Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos VI y VII d.C.
Joaquim Botella Pascual
2019
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Evidencias funerarias rurales
en el territorium de Valentia
entre los siglos vi y vii dC
Joaquim Botella Pascual
Introducción
Dentro del mundo funerario, en el ámbito topográfico,
encontramos dos vertientes: la urbana y la rural. A la primera, vinculada a ciudades, corresponden núcleos de
cierto rango jurídico, político, administrativo y religioso,
donde los cementerios están bien definidos y jerarquizados como es el caso de Valentia entre otras grandes
metrópolis. La segunda, la rural, corresponde a un área
más heterogénea y diversa, donde se encuadran las villae, vici y otras estructuras rurales; donde, por proximidad, pueden tener en relación agrupaciones funerarias
o cementerios rurales. Aunque este nexo no es siempre
evidentemente, ya que arqueológicamente es difícil de
constatar, como veremos a continuación. Además, estos
restos funerarios muestran una variedad tipológica muy
heterogénea y diversa a lo largo de los siglos vi y vii dC, a
◁ Ánfora de la cámara sepulcral de la Senda de l’Horteta
raíz de la herencia romanovisigoda que se materializa en
la arquitectura funeraria.
El territorium de Valentia: distribución de las evidencias funerarias rurales entre los siglos vi y vii dC
El aspecto geográfico es clave y fundamental para
entender y dar contexto a la distribución espacial de cualquier territorio. En este caso, el territorium de Valentia,
área de influencia de la Ciudad, se debe enmarcar entre
la sierra Calderona, al norte; la sierra de Utiel y el altiplano
de Requena, al oeste; la sierra de Martés, al sudoeste, y por
la ribera del Júcar con la Albufera y el mar Mediterráneo,
al este. Además, viene encuadrado también por los ríos
Turia, Magro y Júcar.
Poniéndonos en contexto, durante los siglos v y
vii dC, el territorium de Valentia sufrirá una serie de transformaciones, influidas por el conflicto entre visigodos
y bizantinos. Pero también tendrán lugar cambios por
(Alcàsser). Museu de Prehistòria de València.
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Ajuares de las cámaras sepulcrales del territorio de Valentia.
cuestiones económicas, como será la vinculación de los
enclaves en el litoral por la importancia de los lazos comerciales que ofrecía el mar. Asistimos a un proceso de
reactivación del mercado marítimo, como fue el caso del
Portum Sucrone, donde se han documentado restos de
ánforas, vidrios, cerámica de cocina, vajilla de mesa y ungüentarios procedentes de todo el Mediterráneo.
Mediante la aplicación de los Sistemas de Información Geográfica se ha cartografiado el territorium de
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Valentia. A la hora de analizar un territorio hay que estudiar una serie de aspectos geográficos que pueden mostrar relación con las evidencias funerarias.
El primer factor que hay que tener en cuenta es la
vinculación con las zonas de hábitat, es decir, debemos
asociar los cementerios a los núcleos de población, tanto
en el mundo urbano como en el rural. Este nexo se observa muy claramente en los cementerios urbanos, pero de
manera más difusa en los rurales, porque hay casos don-
[page-n-4]
Tipología de las evidencias funerarias
Nucleos urbanos
Cámara sepulcral
Diversos
Sede episcopal
Cista
Losa
Ciudad
Covacha
Tegulae
Mapa del territorio de Valentia con los núcleos urbanos y las evidencias funerarias.
de no se conoce el enclave rural, entonces se catalogan
como enterramientos aislados o también, si hay un gran
número de sepulturas, puede ser que varias comunidades rurales de una zona concreta depositaran sus difuntos en un mismo cementerio.
Pero este nexo no siempre es confuso, por ejemplo observamos relación con enclaves rurales en las sepulturas de La Solana (Utiel), con el hábitat de El Ardal
(Caudete de las Fuentes) y a las inhumaciones de la Font
de Mussa. También encontramos vínculos con un posible
asentamientos militar como sería el caso de la Senda de
l’Horteta.
El segundo factor es la relación que hay con las vías
de comunicación terrestres, que se configuran por las calzadas romanas como la vía Augusta, las vías secundarias
y por último los caminos, sendas y vías pecuarias actuales. Si analizamos con los SIG la distancia de los nuevos
yacimientos, respecto de la vía pecuaria más próxima,
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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se observan unos resultados de unos 326 m de media.
pleadas en el siglo i aC para las incineraciones romanas
Además, los restos más lejanos no superan los 850 m, lo
y, en nuestra área de estudio, se enmarcan cronológica-
que evidencia vínculos entre ambos puntos y una articu-
mente entre los siglos ii y vii dC; por ejemplo, en la Font
lación del entorno rural.
de Mussa (Benifaió) tenemos un cementerio rural con en-
Finalmente, el tercer factor es la relación con los
recursos hidrológicos, principalmente los ríos, que son
terramientos de tipo tegulae a doble vertiente, cerca de
una villa en la misma partida.
clave para los asentamientos humanos. Por ejemplo, los
Por otra parte, de la arquitectura funeraria de tradi-
estudios de la zona del sudoeste de Salamanca revelan
ción visigoda debían ser las fosas con cubierta de losas de
que los ríos son un rasgo geográfico con lazos con las ne-
piedra, depositadas horizontalmente o a doble vertiente, y
crópolis rurales que se ubican en pequeñas elevaciones
las inhumaciones de tipo cista, que son estructuras simples
siguiendo el curso fluvial.
hechas de piedras colocadas verticalmente en los límites de
Para buscar esta relación, hemos repetido el proceso
la fosa, y que pueden tener una cubierta formada por una
analítico anterior y hemos comprobado cómo yacimien-
o múltiples losas ‘tegulae’, o no tener cubierta. Las inhu-
tos como el de la Senda de l’Horteta se hallaba a una dis-
maciones en cista son utilizadas desde la prehistoria. Pero
tancia de poco más de 200 m respecto del barranco de
dentro de estos contextos, la cronología de uso comprende
Picassent. Hay que destacar que, si analizamos la toponi-
entre los siglos iv y vii dC, con posible continuidad duran-
mia actual, las de la Font de Mussa y de Sant Sofí hacen
te las primeras comunidades musulmanas, como son las
referencia a puntos de extracción de agua.
ocho sepulturas del Cabezo de Aleja (Ricote, Murcia).
Arquitectura funeraria
tres fosas con cubierta de losas. En Las Suertes (Villar del
Por ejemplo, en La Solana (Utiel), hay un grupo de
Las evidencias funerarias documentadas en el terri-
Arzobispo), hay un conjunto de cinco enterramientos con
torium de Valentia muestran un mundo funerario hete-
cubierta de losas. Y en els Xarcons (Monserrat d’Alcalá),
rogéneo y diverso entre los siglos vi y vii dC, evidencias
hay una tumba aislada de carácter colectivo con tres in-
que presentan un legado de la tradición romanovisigoda
dividuos en su interior, con una arquitectura de tipo cista
y posteriormente algunas tendrán continuidad durante el
y cubierta de losas.
siglo viii dC.
Prosiguiendo con la tipología de la arquitectura fu-
Por una parte, tenemos las estructuras con cubierta
neraria, hay que destacar las construcciones subterráneas
de tegulae, características de las zonas más romanizadas,
descritas como cámaras sepulcrales, como son las de
que eran colocadas llanas o a dos aguas coronadas o no
Los Praos (Requena), la Senda de l’Horteta (Alcàsser) y el
con imbrex, encima de una fosa simple o en el mismo sue-
Romaní (Sollana). Estas criptas se construían excavando
lo sin excavar. Son una asimilación de las estructuras em-
la marga; su estructura era la de un corredor de acceso
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con una entrada sellada por una losa de gran tamaño,
de los materiales cerámicos, por ejemplo, en els Xarcons
que conducía a una estancia con bóveda, donde se inhu-
(Montserrat d’Alcalá) con la jarra de color beis con asa y
maban los individuos en su interior.
líneas incisas en el cuello y cuerpo globular; y la botella
Las cámaras sepulcrales evidencian la complejidad
de color ocre, base ligeramente cóncava, cuerpo ovoide,
de los rituales funerarios que había entre los siglos vi y vii
cuello estilizado y cuello moldurado, que fue encontrada
dC. Dentro del ámbito peninsular se observan paralelos
en el interior de la cámara sepulcral del Romaní (Sollana).
con la misma área valenciana, pero fuera del territorium
Pero sin duda, el caso más significativo es el de la
de Valentia, como son la Falquia (Beneixida), la cripta de
Senda de l’Horteta (Alcàsser), donde se descubrió una
Anna (Anna) y les Llomes (Bocairent). Por otro lado tam-
cámara funeraria llena de diferentes tipos de cerámicas:
bién hay que hacer referencia a la construcción excavada
ánforas africanas del tipo Keay LXXII y Keay LXXIX con
en la roca de Ercavica, la cual presenta semejanzas signi-
decoración incisa del siglo v a final del vi dC, ánforas de
ficativas con las cámaras sepulcrales del área valenciana.
pequeño formato como la Keay LXXI, a mano/torneta
Finalmente, en el ámbito tipológico habría que refe-
del tipo FPHW 8. De cerámica de cocina africana tardía,
renciar una serie de construcciones funerarias descritas
hay que destacar las cazuelas FCW 12.1, FCW 25.1 y una
como «covachas», que fueron encontradas en la Huerta
posible FCW 24.1, tapaderas, un mortero, bol/pátera, bo-
de Arriba (Buñol) y la Font de Sant Sofí (Llaurí); y al indi-
les carenados, boles con tubo vertedor, ollas, orzas de
viduo enterrado dentro del silo n.º 5 del yacimiento de la
tubo vertedor, jarra con boca de pellizco que data entre
Senda de l’Horteta (Alcàsser).
el 575-650 dC.
Cultura material y ajuar funerario
un bol con tubo vertedor y una jarra de cerámica común
También hay una ollita de cerámica común regional,
La cultura material de los siglos vi y vii dC que ha sido
ibicenca y, para acabar, la cerámica común indeterminada.
identificada en las inhumaciones analizadas es heterogé-
La riqueza cerámica del yacimiento de la Senda de
nea: agujas, anillos, pendientes, cerámicas y abalorios de
l’Horteta evidencia la diversidad de los contactos comer-
collar entre otros. Aunque en muchos casos las sepulturas
ciales que había durante los siglos vi y vii dC entre el lito-
no tienen ningún tipo de ajuares sino exclusivamente los
ral valenciano y las diferentes regiones del Mediterráneo.
restos óseos, ya que siguen rigurosamente el rito cristia-
Por lo que respecta al ornamento del ajuar funera-
no, en el que lo único que importa es el mundo espiritual,
rio, hay que hacer referencia a los anillos de Los Praos
donde la voluntad era conservar el cuerpo por la creencia
(Requena) y el Romaní (Sollana) con dimensiones idén-
en la salvación y la vida eterna.
ticas (Ø: 2,2 cm) (fig. 1.1 y 1.2). El primero es una anilla de
Mayoritariamente el ajuar referenciado formaría par-
plata de sección de cinta con inscripciones o símbolos de
te del ornamento personal del individuo, con excepción
líneas y puntos en la parte llana del círculo. Este presen-
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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Tipología funeraria del ámbito valenciano (ss. vi-vii dC)
1. Sepulturas con cubierta de tegulae: plana, dos aguas i a dos
aguas con imbrex.
2. Sepultura con cubierta de losas.
3. Sepultura excavada en la roca con cubierta de losas y tegulae.
4. Sepultura con paredes y cubierta con losas.
5. Sepultura con cubierta de losas.
6. Cámara sepulcral de Senda de l’Horteta
(Alapont y Tormo, 2005: 174).
7. Silo con uso funerario de Senda de l’Horteta
(Martínez Porral et al., 2015: 200).
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ta paralelos con los cementerios de Naharros (Sevilla) y
Castiltierra (Segovia). El segundo se trata de un anillo de
bronce con decoración engastada en la montura y cruz
rodeada por un círculo de un centímetro de diámetro
aproximadamente. Este presenta semejanzas con anillos
encontrados en diferentes cementerios visigodos como
Piña de Esgueva (Valladolid), Duratón (Segovia), Los Balconcillos (Cuenca) y Castiltierra (Segovia).
Siguiendo con el repaso del ajuar funerario, hay que
hacer referencia a los pendientes de plata, con sección
circular y terminaciones en los extremos en forma de gancho como es la de Los Praos (Requena) y la del Romaní
(Sollana), también de plata y circular, pero con dos agujeros y una sección cóncava con un fino rebaje en uno de
los dos extremos; las agujas con cabujón y los abalorios
de pasta vítrea de els Xarcons (Montserrat d’Alcalá). Y finalmente tenemos que hacer referencia al brazalete de
bronce de la Font de Mussa (Benifaió).
Conclusión
El territorium de Valentia es un claro ejemplo de la
complejidad y heterogeneidad que presentan los siglos
vi y vii dC, momento de conflictos e inestabilidad con la
pugna entre bizantinos y visigodos por el territorio del litoral de sur peninsular, donde el área valenciana jugó un
papel clave con yacimientos como la Senda de l’Horteta
y Valencia la Vella, o la misma sede episcopal de Valentia.
Además, hay que señalar que los flujos comerciales y las
relaciones del territorium de Valentia con el resto de regiones del Mediterráneo serán importantes como se ha
documentado en el Portum Sucrone o a la riqueza de materiales cerámicos de la Senda de l’Horteta.
También tenemos que resaltar que, gracias a la aplicación del SIG, podemos ver que hay una estructuración
del territorium de Valentia, a la que se adapta la ubicación
de los cementerios y evidencian una conexión significativa
con su entorno geográfico, a través de las vías de comunicación, los núcleos de población y los recursos hidrológicos.
El batiburrillo tipológico de las tumbas en este momento podría ser la consecuencia de una falta de orden
en las prácticas funerarias de este período por parte de la
Iglesia, que posteriormente se corregirá en los cementerios medievales. También esta heterogeneidad quizá representa las diversas prácticas rituales de los contingentes de población que habitaban en el territorio: visigodos,
bizantinos e hispanorromanos.
En definitiva, los siglos vi y vii dC son un período de
tiempo en constante transformación, como nos indican
la arquitectura y los ajuares funerarios, donde las huellas
visigodas se mezclan con las romanas y dan como resultado una rica diversidad cultural que se plasma tanto en
la ciudad como en el mundo rural.
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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Evidencias funerarias rurales
en el territorium de Valentia
entre los siglos vi y vii dC
Joaquim Botella Pascual
Introducción
Dentro del mundo funerario, en el ámbito topográfico,
encontramos dos vertientes: la urbana y la rural. A la primera, vinculada a ciudades, corresponden núcleos de
cierto rango jurídico, político, administrativo y religioso,
donde los cementerios están bien definidos y jerarquizados como es el caso de Valentia entre otras grandes
metrópolis. La segunda, la rural, corresponde a un área
más heterogénea y diversa, donde se encuadran las villae, vici y otras estructuras rurales; donde, por proximidad, pueden tener en relación agrupaciones funerarias
o cementerios rurales. Aunque este nexo no es siempre
evidentemente, ya que arqueológicamente es difícil de
constatar, como veremos a continuación. Además, estos
restos funerarios muestran una variedad tipológica muy
heterogénea y diversa a lo largo de los siglos vi y vii dC, a
◁ Ánfora de la cámara sepulcral de la Senda de l’Horteta
raíz de la herencia romanovisigoda que se materializa en
la arquitectura funeraria.
El territorium de Valentia: distribución de las evidencias funerarias rurales entre los siglos vi y vii dC
El aspecto geográfico es clave y fundamental para
entender y dar contexto a la distribución espacial de cualquier territorio. En este caso, el territorium de Valentia,
área de influencia de la Ciudad, se debe enmarcar entre
la sierra Calderona, al norte; la sierra de Utiel y el altiplano
de Requena, al oeste; la sierra de Martés, al sudoeste, y por
la ribera del Júcar con la Albufera y el mar Mediterráneo,
al este. Además, viene encuadrado también por los ríos
Turia, Magro y Júcar.
Poniéndonos en contexto, durante los siglos v y
vii dC, el territorium de Valentia sufrirá una serie de transformaciones, influidas por el conflicto entre visigodos
y bizantinos. Pero también tendrán lugar cambios por
(Alcàsser). Museu de Prehistòria de València.
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Ajuares de las cámaras sepulcrales del territorio de Valentia.
cuestiones económicas, como será la vinculación de los
enclaves en el litoral por la importancia de los lazos comerciales que ofrecía el mar. Asistimos a un proceso de
reactivación del mercado marítimo, como fue el caso del
Portum Sucrone, donde se han documentado restos de
ánforas, vidrios, cerámica de cocina, vajilla de mesa y ungüentarios procedentes de todo el Mediterráneo.
Mediante la aplicación de los Sistemas de Información Geográfica se ha cartografiado el territorium de
126 /
Valentia. A la hora de analizar un territorio hay que estudiar una serie de aspectos geográficos que pueden mostrar relación con las evidencias funerarias.
El primer factor que hay que tener en cuenta es la
vinculación con las zonas de hábitat, es decir, debemos
asociar los cementerios a los núcleos de población, tanto
en el mundo urbano como en el rural. Este nexo se observa muy claramente en los cementerios urbanos, pero de
manera más difusa en los rurales, porque hay casos don-
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Tipología de las evidencias funerarias
Nucleos urbanos
Cámara sepulcral
Diversos
Sede episcopal
Cista
Losa
Ciudad
Covacha
Tegulae
Mapa del territorio de Valentia con los núcleos urbanos y las evidencias funerarias.
de no se conoce el enclave rural, entonces se catalogan
como enterramientos aislados o también, si hay un gran
número de sepulturas, puede ser que varias comunidades rurales de una zona concreta depositaran sus difuntos en un mismo cementerio.
Pero este nexo no siempre es confuso, por ejemplo observamos relación con enclaves rurales en las sepulturas de La Solana (Utiel), con el hábitat de El Ardal
(Caudete de las Fuentes) y a las inhumaciones de la Font
de Mussa. También encontramos vínculos con un posible
asentamientos militar como sería el caso de la Senda de
l’Horteta.
El segundo factor es la relación que hay con las vías
de comunicación terrestres, que se configuran por las calzadas romanas como la vía Augusta, las vías secundarias
y por último los caminos, sendas y vías pecuarias actuales. Si analizamos con los SIG la distancia de los nuevos
yacimientos, respecto de la vía pecuaria más próxima,
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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se observan unos resultados de unos 326 m de media.
pleadas en el siglo i aC para las incineraciones romanas
Además, los restos más lejanos no superan los 850 m, lo
y, en nuestra área de estudio, se enmarcan cronológica-
que evidencia vínculos entre ambos puntos y una articu-
mente entre los siglos ii y vii dC; por ejemplo, en la Font
lación del entorno rural.
de Mussa (Benifaió) tenemos un cementerio rural con en-
Finalmente, el tercer factor es la relación con los
recursos hidrológicos, principalmente los ríos, que son
terramientos de tipo tegulae a doble vertiente, cerca de
una villa en la misma partida.
clave para los asentamientos humanos. Por ejemplo, los
Por otra parte, de la arquitectura funeraria de tradi-
estudios de la zona del sudoeste de Salamanca revelan
ción visigoda debían ser las fosas con cubierta de losas de
que los ríos son un rasgo geográfico con lazos con las ne-
piedra, depositadas horizontalmente o a doble vertiente, y
crópolis rurales que se ubican en pequeñas elevaciones
las inhumaciones de tipo cista, que son estructuras simples
siguiendo el curso fluvial.
hechas de piedras colocadas verticalmente en los límites de
Para buscar esta relación, hemos repetido el proceso
la fosa, y que pueden tener una cubierta formada por una
analítico anterior y hemos comprobado cómo yacimien-
o múltiples losas ‘tegulae’, o no tener cubierta. Las inhu-
tos como el de la Senda de l’Horteta se hallaba a una dis-
maciones en cista son utilizadas desde la prehistoria. Pero
tancia de poco más de 200 m respecto del barranco de
dentro de estos contextos, la cronología de uso comprende
Picassent. Hay que destacar que, si analizamos la toponi-
entre los siglos iv y vii dC, con posible continuidad duran-
mia actual, las de la Font de Mussa y de Sant Sofí hacen
te las primeras comunidades musulmanas, como son las
referencia a puntos de extracción de agua.
ocho sepulturas del Cabezo de Aleja (Ricote, Murcia).
Arquitectura funeraria
tres fosas con cubierta de losas. En Las Suertes (Villar del
Por ejemplo, en La Solana (Utiel), hay un grupo de
Las evidencias funerarias documentadas en el terri-
Arzobispo), hay un conjunto de cinco enterramientos con
torium de Valentia muestran un mundo funerario hete-
cubierta de losas. Y en els Xarcons (Monserrat d’Alcalá),
rogéneo y diverso entre los siglos vi y vii dC, evidencias
hay una tumba aislada de carácter colectivo con tres in-
que presentan un legado de la tradición romanovisigoda
dividuos en su interior, con una arquitectura de tipo cista
y posteriormente algunas tendrán continuidad durante el
y cubierta de losas.
siglo viii dC.
Prosiguiendo con la tipología de la arquitectura fu-
Por una parte, tenemos las estructuras con cubierta
neraria, hay que destacar las construcciones subterráneas
de tegulae, características de las zonas más romanizadas,
descritas como cámaras sepulcrales, como son las de
que eran colocadas llanas o a dos aguas coronadas o no
Los Praos (Requena), la Senda de l’Horteta (Alcàsser) y el
con imbrex, encima de una fosa simple o en el mismo sue-
Romaní (Sollana). Estas criptas se construían excavando
lo sin excavar. Son una asimilación de las estructuras em-
la marga; su estructura era la de un corredor de acceso
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con una entrada sellada por una losa de gran tamaño,
de los materiales cerámicos, por ejemplo, en els Xarcons
que conducía a una estancia con bóveda, donde se inhu-
(Montserrat d’Alcalá) con la jarra de color beis con asa y
maban los individuos en su interior.
líneas incisas en el cuello y cuerpo globular; y la botella
Las cámaras sepulcrales evidencian la complejidad
de color ocre, base ligeramente cóncava, cuerpo ovoide,
de los rituales funerarios que había entre los siglos vi y vii
cuello estilizado y cuello moldurado, que fue encontrada
dC. Dentro del ámbito peninsular se observan paralelos
en el interior de la cámara sepulcral del Romaní (Sollana).
con la misma área valenciana, pero fuera del territorium
Pero sin duda, el caso más significativo es el de la
de Valentia, como son la Falquia (Beneixida), la cripta de
Senda de l’Horteta (Alcàsser), donde se descubrió una
Anna (Anna) y les Llomes (Bocairent). Por otro lado tam-
cámara funeraria llena de diferentes tipos de cerámicas:
bién hay que hacer referencia a la construcción excavada
ánforas africanas del tipo Keay LXXII y Keay LXXIX con
en la roca de Ercavica, la cual presenta semejanzas signi-
decoración incisa del siglo v a final del vi dC, ánforas de
ficativas con las cámaras sepulcrales del área valenciana.
pequeño formato como la Keay LXXI, a mano/torneta
Finalmente, en el ámbito tipológico habría que refe-
del tipo FPHW 8. De cerámica de cocina africana tardía,
renciar una serie de construcciones funerarias descritas
hay que destacar las cazuelas FCW 12.1, FCW 25.1 y una
como «covachas», que fueron encontradas en la Huerta
posible FCW 24.1, tapaderas, un mortero, bol/pátera, bo-
de Arriba (Buñol) y la Font de Sant Sofí (Llaurí); y al indi-
les carenados, boles con tubo vertedor, ollas, orzas de
viduo enterrado dentro del silo n.º 5 del yacimiento de la
tubo vertedor, jarra con boca de pellizco que data entre
Senda de l’Horteta (Alcàsser).
el 575-650 dC.
Cultura material y ajuar funerario
un bol con tubo vertedor y una jarra de cerámica común
También hay una ollita de cerámica común regional,
La cultura material de los siglos vi y vii dC que ha sido
ibicenca y, para acabar, la cerámica común indeterminada.
identificada en las inhumaciones analizadas es heterogé-
La riqueza cerámica del yacimiento de la Senda de
nea: agujas, anillos, pendientes, cerámicas y abalorios de
l’Horteta evidencia la diversidad de los contactos comer-
collar entre otros. Aunque en muchos casos las sepulturas
ciales que había durante los siglos vi y vii dC entre el lito-
no tienen ningún tipo de ajuares sino exclusivamente los
ral valenciano y las diferentes regiones del Mediterráneo.
restos óseos, ya que siguen rigurosamente el rito cristia-
Por lo que respecta al ornamento del ajuar funera-
no, en el que lo único que importa es el mundo espiritual,
rio, hay que hacer referencia a los anillos de Los Praos
donde la voluntad era conservar el cuerpo por la creencia
(Requena) y el Romaní (Sollana) con dimensiones idén-
en la salvación y la vida eterna.
ticas (Ø: 2,2 cm) (fig. 1.1 y 1.2). El primero es una anilla de
Mayoritariamente el ajuar referenciado formaría par-
plata de sección de cinta con inscripciones o símbolos de
te del ornamento personal del individuo, con excepción
líneas y puntos en la parte llana del círculo. Este presen-
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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Tipología funeraria del ámbito valenciano (ss. vi-vii dC)
1. Sepulturas con cubierta de tegulae: plana, dos aguas i a dos
aguas con imbrex.
2. Sepultura con cubierta de losas.
3. Sepultura excavada en la roca con cubierta de losas y tegulae.
4. Sepultura con paredes y cubierta con losas.
5. Sepultura con cubierta de losas.
6. Cámara sepulcral de Senda de l’Horteta
(Alapont y Tormo, 2005: 174).
7. Silo con uso funerario de Senda de l’Horteta
(Martínez Porral et al., 2015: 200).
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ta paralelos con los cementerios de Naharros (Sevilla) y
Castiltierra (Segovia). El segundo se trata de un anillo de
bronce con decoración engastada en la montura y cruz
rodeada por un círculo de un centímetro de diámetro
aproximadamente. Este presenta semejanzas con anillos
encontrados en diferentes cementerios visigodos como
Piña de Esgueva (Valladolid), Duratón (Segovia), Los Balconcillos (Cuenca) y Castiltierra (Segovia).
Siguiendo con el repaso del ajuar funerario, hay que
hacer referencia a los pendientes de plata, con sección
circular y terminaciones en los extremos en forma de gancho como es la de Los Praos (Requena) y la del Romaní
(Sollana), también de plata y circular, pero con dos agujeros y una sección cóncava con un fino rebaje en uno de
los dos extremos; las agujas con cabujón y los abalorios
de pasta vítrea de els Xarcons (Montserrat d’Alcalá). Y finalmente tenemos que hacer referencia al brazalete de
bronce de la Font de Mussa (Benifaió).
Conclusión
El territorium de Valentia es un claro ejemplo de la
complejidad y heterogeneidad que presentan los siglos
vi y vii dC, momento de conflictos e inestabilidad con la
pugna entre bizantinos y visigodos por el territorio del litoral de sur peninsular, donde el área valenciana jugó un
papel clave con yacimientos como la Senda de l’Horteta
y Valencia la Vella, o la misma sede episcopal de Valentia.
Además, hay que señalar que los flujos comerciales y las
relaciones del territorium de Valentia con el resto de regiones del Mediterráneo serán importantes como se ha
documentado en el Portum Sucrone o a la riqueza de materiales cerámicos de la Senda de l’Horteta.
También tenemos que resaltar que, gracias a la aplicación del SIG, podemos ver que hay una estructuración
del territorium de Valentia, a la que se adapta la ubicación
de los cementerios y evidencian una conexión significativa
con su entorno geográfico, a través de las vías de comunicación, los núcleos de población y los recursos hidrológicos.
El batiburrillo tipológico de las tumbas en este momento podría ser la consecuencia de una falta de orden
en las prácticas funerarias de este período por parte de la
Iglesia, que posteriormente se corregirá en los cementerios medievales. También esta heterogeneidad quizá representa las diversas prácticas rituales de los contingentes de población que habitaban en el territorio: visigodos,
bizantinos e hispanorromanos.
En definitiva, los siglos vi y vii dC son un período de
tiempo en constante transformación, como nos indican
la arquitectura y los ajuares funerarios, donde las huellas
visigodas se mezclan con las romanas y dan como resultado una rica diversidad cultural que se plasma tanto en
la ciudad como en el mundo rural.
Evidencias funerarias rurales en el territorium de Valentia entre los siglos vi y vii dC. Joaquim Botella Pascual
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